EL AGUA TERMAL DE LA ROCHE-POSAY
Este agua, sacada de las capas cretáceas del Turoniano, tiene un pH ideal para tratar la epidermis.
La historia del agua de La Roche-Posay
El agua termal, con una reconocida utilidad pública en 1869, permitió a La Roche-Posay convertirse en la primera estación termal europea exclusivamente dedicada a las afecciones dermatológicas. Sus propiedades terapéuticas ayudan cada año a más de 8000 agüistas.
Las propiedades del agua termal de La Roche-Posay, conocidas durante mucho tiempo, han sido objeto de varios estudios in vitro e in vivo con animales y hombres.
En 1945 la estación adquirió la importancia con la que se le conoce hoy en día. Como la Seguridad Social reembolsa estos tratamientos, toda Francia y parte de Europa, vienen a La Roche-Posay para curar su piel.
En los años 30, en el periodo entre dos guerras, a muchos personajes famosos del mundo artístico e intelectual de la época les gustaba «tomarse las aguas» y saborear la calma y la elegancia de este rincón natural. Algunos aprovechaban para escribir o avanzar en sus obras. Aquí se pudoo ver al rico americano Florence Gould, André Gide, Jean Cocteau, Jean Marais o Sacha Guitry.
El agua de La Roche-Posay
El agua termal de La Roche-Posay, obtenida por una lenta percolación a través de las capas de arcilla y roca caliza del Turoniano, se extrae a profundidades de 30 a 80 m en un perímetro de recuperación protegido. El agua termal de La Roche-Posay está repleta de oligoelementos (selenio, sílice, bicarbonatos, calcio…) para reparar la piel cuidadosamente gracias a su pH neutro, ideal para la epidermis.
Su composición mineral le proporciona propiedades dermatológicas antiinflamatorias, cicatrizantes y calmantes. Gracias a su débil mineralización, es un agua bicarbonatada con calcio, sílice y selenio. Su temperatura de emergencia es de 13°C. Al no tener ningún sabor específico, es muy agradable de beber.
El selenio, presente en una dosis significativa (de 40 a 60 µg/l) en el agua termal de La Roche-Posay, es un conocido oligoelemento indispensable para la vida desde 1970. Su papel principal es intervenir en el metabolismo celular, además de participar en la composición de numerosas enzimas y proteínas.
Un agua única, con virtudes terapéuticas innegables para curar las enfermedades de la piel (eczema, psoriasis, cicatrices de quemaduras, secuelas cutáneas por los tratamientos contra el cáncer...) gracias a su contenido de sílice y selenio.
Los beneficios del «Eau de Velours»
Su excepcional suavidad le ha permitido conseguir la denominación de «Eau de Velours». Sus virtudes naturales le permiten un uso sin tratamiento alguno y así poder disfrutar de todas sus virtudes.
El selenio tiene un efecto regulador del sistema inmunitario, antiinflamatorio, antioxidante y protector de los UVA y UVB.
El silicio calma la epidermis irritada e inflamatoria, acelera el proceso de cicatrización y mejora la flexibilidad y elasticidad de la piel.
Los bicarbonatos y el calcio son elementos nutritivos esenciales para la renovación de la piel.